Checked & Chic: tradición, rebeldía y estilo gráfico

Ya sabíamos que los cuadros serían un must esta temporada, pero ha sido el street style el que los ha elevado a icono definitivo del otoño. En las calles durante las Fashion Weeks se rindieron a sus pies, confirmando su poder de tendencia en mil y una versiones: del aire rockero de Chopova Lowena a la estética preppy de Mithridate, pasando por las maxifaldas de punto de Kent & Curwen.
Lejos de ser un simple estampado recurrente, los cuadros regresan con fuerza renovada. Este otoño 2025 se consolidan como protagonistas absolutos, reinventándose en clave versátil y contemporánea. Desde su legado británico hasta su potencia gráfica, repasamos los motivos que marcan la pauta, los colores que los acompañan, las claves para combinarlos y cómo se reinterpretan hoy en la moda urbana.

Tartán: herencia con nuevas lecturas
El patrón escocés por excelencia vuelve con energía renovada. Lo veremos en abrigos, trajes y faldas, con paletas que oscilan entre neutros sofisticados y combinaciones vibrantes. Su poder está en la dualidad: puede ser formal o nocturno, clásico o rebelde.
El matiz: es un print cargado de historia, vinculado tanto a la realeza británica como al punk de Vivienne Westwood, lo que lo convierte en un símbolo de sofisticación con espíritu inconformista.
Tablero de ajedrez: minimalismo contundente
Vichy XL: audacia en gran formato
Prints arty: cuadros con pinceladas creativas
La falda de cuadros: la pieza fetiche del street style
- Coordinados de punto: conjuntos femeninos con la cantidad justa de holgura, mezcla de elegancia y comodidad con un aire londinense relajado.
- Falda escocesa clásica: acompañada de cazadora de cuero y botas planas de cordones, un atajo al estilo despreocupado.
- Colores contrastados: el color block inesperado refresca el cuadro y aporta energía urbana.
- Sastrería tartán: minis y blazers a juego, un guiño a los 90 y a la estética de Clueless.
- Cuadros sobre cuadros: layering arriesgado de camisas holgadas con faldas plisadas en tonos discordantes para máximo impacto.
- Siluetas esculturales: cortes o drapeados acompañados de polos Britpop, demostrando que la falda de cuadros trasciende estaciones.

Por qué dominan este otoño
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- Versatilidad: funcionan en cualquier silueta, edad y estilo.
- Personalización: permiten infinitas lecturas al mezclarse con lisos o texturas.
- Transseasonalidad: conviven con gabardinas, tweed, lana o cuero suave en juegos de capa.
- Cultura y legado: condensan tradición y modernidad, aristocracia y rebelión.

La paleta cromática de la temporada
- Café: cálido y elegante, sustituye al negro en prendas de lana y tweed.
- Colores vivos: azules eléctricos, verdes intensos o amarillos vibrantes que electrizan los prints más gráficos.
- Rosa delicado: suaviza y aporta un aire romántico en blazers y faldas midi.
- Rojo: inseparable del tartán, es tradición escocesa y rebeldía punk al mismo tiempo.
- Mostaza: retro y luminoso, ideal para cuadros grandes y como nota de contraste.
- Verde musgo: profundo, naturalista, impecable en abrigos largos.
- Borgoña: sensual y elegante, perfecto para equilibrar looks audaces.
- Metalizados: hilos brillantes que convierten una falda o un blazer en pieza de impacto nocturno.
- Azul: desde marino ejecutivo hasta eléctrico arty, la gama más versátil de la temporada.
Claves de estilo
- Combínalos con colores lisos para dejar que el estampado sea protagonista.
- Recurre a una base neutra (negro, blanco, marfil, gris) o coordina con uno de los tonos del print para un efecto monocromático.
- Suma capas y texturas (lana, tweed, cuero suave) que aporten profundidad visual.
- Elige siluetas seguras: faldas midi, blazers estructurados, abrigos largos, pantalones de cintura alta.
- Deja que los accesorios jueguen en un segundo plano: aquí, la voz es del estampado.

